Tradición, innovación y una materia prima excepcional son las claves de este restaurante. Cocina asturiana renovada, sin alterar las esencias básicas de las recetas tradicionales, Asgaya nos sorprende con sus elaborados platos en estética, sabor, textura y composición. Un cálido local, decorado con gusto y cariño, hace honor a su nombre Asgaya (abundancia en bable) a través de importantes raciones y un servicio atento a cada detalle. Cocina elaborada con la mejor materia prima del mercado, muchos de sus platos tienen origen en la gastronomía asturiana, capturando los aromas, texturas y emociones, con un toque diferente y actualizado, que pone de manifiesto que, en la cocina popular asturiana, aún queda mucho por descubrir.
Sugerentes propuestas como la Lasaña de Centolla cremosa con verduras sobre crema de andariques, sardinas ahumadas con hierbas silvestres sobre hogaza o las vieras a la plancha con crema de guisante y toque de limón, son una muestra del buen hacer de esta cocina, que completa su oferta con platos de cuchara de toda la vida, como la fabada o las verdinas casi viudas con almejas y sepia. Para aquellos que tienen en mente la cocina sin indulgencia, les invitamos a cruzar la puerta de Asgaya, abrir sus sentidos y disfrutar de su carta. Además, cuenta con una excelente bodega con más de 100 referencias nacionales e internacionales, desde la complejidad de los clásicos de renombre hasta la modernidad de los vinos más actuales. Entre sus postres destacamos el arroz con leche “requemado”, la tarta fina de manzana o los frixuelos con crema de arroz, y creaciones más de vanguardia como la sopa de frutos rojos con espuma de queso y helado de yogur.
Cuenta con un reservado, una zona de barra en la que funciona una carta de picoteo entre servicios y una terraza cubierta de 100 metros cuadrados para disfrutar tanto en verano como en invierno. Tu lugar en la Tierra es Asgaya.