Un proyecto sin ánimo de lucro en el que colaboran muchos vecinos del barrio de forma desinteresada para que nadie se quede sin regalos en Navidad.
Hace diez años, Paloma Lladó que colaboraba como voluntaria en varios centros de Madrid, se encontró con muchos niños que no recibían ni un sólo regalo en Navidad. Niños que habían dejado de creer en la magia y la ilusión había desaparecido de sus ojos, sin recursos y en riesgo de exclusión. Sin dudarlo, se puso manos a la obra y en poco tiempo, con un grupo amigas, lanzaron un e-mail a sus contactos. Aquel año consiguieron 150 juguetes nuevos y un montón de ilusión para 150 niños. Hoy la red ha crecido tanto que llegan a 8.000 niños y ancianos sin recursos, hijos de víctimas de la violencia machista que viven con sus madres en pisos tutelados, adultos discapacitados y ancianos en residencias en toda España. Hoy cuentan con muchas familias, voluntarios, amigos y vecinos que hacen tangible la auténtica magia de la Navidad.
El objetivo es conseguir que nadie se quede sin regalos en Navidad. Cada carta a los Reyes Magos tiene un destinatario concreto, de manera que cada niño recibe lo que ha pedido en su carta. Os invitamos a consultar la web www.reyesmagosdeverdad.org y participar (a partir de noviembre) para ayudar a los Reyes Magos en esta tarea.
Hay muchos ayudantes desinteresados en nuestro barrio, porteros que convierten sus portales en almacenes de ilusión por un tiempo, amigos que ayudan a transportar regalos y distribuirlos, pajes, niños que ayudan a otros niños, empresas que colaboran, gente que dona roscones para las fiestas, chuches, y por supuesto, todas las personas hacen este proyecto posible convirtiéndose en Reyes Magos para un niño o anciano. Personas como tu o yo que hacen crecer este proyecto cargado de tanta ilusión y con la mejor de las recompensas.
“Lo importante no es tanto el regalo como ver que alguien les ha escuchado, que se han leído su carta, que son dignos igual que otros niños o ancianos de recibir algo especial. Es más importante esa sensación. Lo que les toca el corazón.”
Ilustración: Carmen Dutrús