Entrevistamos a los responsables de Pick-Up Solidaridad, un proyecto tan maravilloso como necesario

Cuéntanos los comienzos. ¿Cuándo, dónde y de qué manera surge el proyecto? ¿Quiénes sois, qué os define?

PickUp Solidaridad surge durante el confinamiento por la pandemia. Somos un grupo de amigos que se juntaba en videollamadas, como hacíamos todos para no perder el contacto, comentar la situación e intentar no dejar de disfrutar de un rato juntos. Un día hablando de lo mal que estaba la situación y cuánto estaba sufriendo la gente decidimos que teníamos que hacer algo, empezaban a salir las largas colas de hambre en los telediarios y los periódicos…y lo tuvimos claro. Teníamos que hacer algo. Así que nos propusimos unir todas nuestras manos y nuestras cabezas para organizar nuestra primera recogida de alimentos. Y cuando la acabamos y fuimos a repartir las cajas de compra a las familias (en esta primera ocasión atendimos a familias concretas de forma directa) y vimos la situación en primera persona…nos dimos cuenta de que ya no podíamos parar. Así que formalizamos lo que hoy es una asociación que ha organizado ya muchas recogidas.

Somos un grupo de jóvenes apasionados por la vida que queremos ayudar a todas aquellas personas que se encuentran en una situación vulnerable, especialmente golpeadas por la crisis del COVID. Nos definen nuestras ganas por ayudar, por aportar nuestro granito de arena en el progreso y la construcción de la sociedad y del mundo, ayudando desde nuestra propia experiencia profesional y en labor humanitaria. Cada uno tenemos nuestra vida aparte, trabajos, estudios…pero, una parte de nuestro tiempo libre, la dedicamos a intentar que todo el mundo viva un poco mejor. Porque ese es nuestro propósito en la vida.

¿Teníais recorrido en otras iniciativas de acción social?

La mayoría de nosotros había participado antes en otros voluntariados, también de recogida de alimentos, o en causas que nos mueven, así como haciendo apoyo escolar a niños, trabajando con personas con discapacidad…etc.

¿Qué vinculación tenéis con el barrio? ¿Y con la Güera y el León Rojo? ¿Cómo os han ayudado?

Álex Gray del Red Lion Pub, es amigo de alguno de nosotros desde hace tiempo y, un día, comentándole la iniciativa, le hablamos de que nuestro principal problema todos los meses era encontrar un sitio en el que poder establecer nuestro «almacén» durante los días que dura la recogida. En seguida nos ofreció La Güera y el León Rojo que, por las restricciones impuestas por el Gobierno por la crisis del COVID, estaba cerrado. Y tanto que nos han ayudado!

La pandemia no obligó a aislarnos en casa, pero ¿creéis que de alguna manera también nos ha acercado los unos a los otros? ¿Somos más conscientes de los problemas y la vida de nuestros vecinos, de nuestra comunidad? 

A partir de una conversación por videollamada nos unimos más que nunca, no solo entre nosotros, si no también con el resto del mundo. Creemos que es un año en el que todos hemos desarrollado especialmente la empatía, nos hemos acercado a «otros mundos» en los que no nos movíamos antes, haciéndonos, no solo conscientes de los problemas de los demás sino, además, sintiendo el deber de ayudar en la medida de lo posible. Nos hemos acercado a nuestros vecinos pero también a otros barrios que quizás no hubiésemos visitado nunca. Ahora miramos diferente a Madrid, percibimos la cantidad de necesidades que tiene y todo el trabajo que debemos hacer juntos para seguir construyéndola y apoyándonos.

Al principio de la pandemia vivimos un verdadero tsunami de solidaridad, de apoyo, de cercanía,… ¿cómo lo habéis vivido vosotros? ¿Creéis que se mantendrá en el tiempo o caerá en e olvido?

La solidaridad, el apoyo, la cercanía y la generosidad de la gente es ESPECTACULAR. Creo que ninguno de nosotros era capaz de imaginar que la gente podía volcarse tanto en este tipo de iniciativas. En cada recogida nos pasa lo mismo: flipamos, literalmente, con la forma que tiene la gente de darse a los demás. Empezando por nuestros voluntarios, que buscan cualquier hueco libre en sus apretadas agendas para venir un domingo a mover cajas, recoger y transportar comida, en vez de hacer otros planes. Y siguiendo por los donantes, que tienen una generosidad desbordante, de verdad. Hemos tenido anécdotas de las que te emocionan y se te quedan grabadas siempre:

Dos chicos de unos 14 años entraron a un supermercado en el que estábamos y nos preguntaron por la iniciativa. Cuando salieron, uno con una botella de zumo y otro con unos donuts (se ve que habían ido a por algo de merendar) nos dejaron, además, un paquetito de tomate frito cada uno. Nos pareció brutal que dos niños tan pequeños que habían ido con poco dinero a comprar algo para merendar utilizaran una parte de su pequeña paga para contribuir dentro de sus posibilidades.

Una persona sin hogar también se acercó a preguntarnos qué hacíamos y, además de contarle, lógicamente, le ofrecimos comida. La rechazó, entro al supermercado con las monedas que había recogido a lo largo del día y depositó en nuestros carritos un paquete de pasta y otro de arroz.

Otros donantes, a gran escala, nos han llegado a donar directamente camiones de supermercados llenos hasta arriba de comida.

Cuéntanos tu experiencia en el día a día de PickUp. Si te tuvieses que quedar con un momento concreto de lo vivido ¿cual sería?

El día a día de PickUp es increíble. Es una sorpresa y un aprendizaje detrás de otro. Conocemos a gente maravillosa, reímos, lloramos, nos agobiamos pero, sobre todo, de verdad, damos GRACIAS por tener el equipazo que tenemos y la suerte de la generosidad que desprenden nuestros donantes. Es muy cansado, porque, debido al poco tiempo que tenemos todos, tenemos que hacer recogidas express en apenas 48 horas, lo que implica mucho trabajo concentrado en dos días. Y, además, claro, el resto del mes seguimos gestionando donaciones, coordinando voluntarios y preparando las siguientes. Pero es una vivencia espectacular que ninguno de nosotros cambiaría.

Nos costaría mucho trabajo quedarnos con un solo momento porque, como te digo, cada minuto que pasa aprendemos una cosa nueva, nos sorprendemos y nos queremos más.

¿Qué planes tenéis para el futuro? Personales y como asociación.

Intentamos no tener muchos, que luego viene una pandemia mundial y nos los cambia todo! (ríe), supongo que, tanto a nivel personal como de asociación, lo que queremos es seguir aprendiendo para funcionar cada vez mejor y seguir creciendo como hasta ahora. Queremos ayudar cada vez más y mejor, y cuanto más cerca estamos de la gente que nos necesita y más meses pasamos haciendo esto, mejor podemos entender sus necesidades y optimizar nuestros recursos.

Muchas gracias por todo, solo una pregunta más…si te encuentras a la indiferencia por la calle, ¿qué le dirías?

Le diría la frase que resume la filosofía Pick-Up y que la aprendimos, precisamente, de uno de nuestros donantes: quien puede, debe. Quien puede dar, debe dar. Quien puede ayudar, debe ayudar. Quien puede sonreír, debe sonreír. Quien puede amar, debe amar. ¡Hay que darse con el corazón grande y las manos llenas!